Martes 28 Octubre 2025

"En 1 Timoteo 5, Pablo enseña que la gracia se refleja en nuestras relaciones. Nos llama a tratar a los demás con respeto y pureza, a los mayores como padres, a las mujeres jóvenes como hermanas, y a las viudas con verdadera compasión. La gracia no es indiferente; se involucra y sirve con amor genuino. Pablo muestra que el creyente restaurado aprende a honrar, ayudar y corregir con un corazón tierno, sin dureza ni favoritismo.

También resalta que el liderazgo debe ejercerse con responsabilidad y transparencia, digno de doble honra cuando sirve fielmente, pero sujeto a corrección cuando se desvía. Esto enseña que la restauración no solo sana al individuo, sino que fortalece la estructura espiritual de toda la comunidad.

Finalmente, Pablo recuerda que la pureza, la prudencia y la integridad deben guiar cada acción. En pocas palabras, la gracia no solo transforma el alma, sino también el trato humano, porque quien ha sido restaurado por Dios, vive para reflejar Su carácter en cada relación".

1 Timoteo 5:1-3, 7-8, 17, 19-21

No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza. Honra a las viudas que en verdad lo son. Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles; porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.

Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.

Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos. A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman. Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad.