Jueves 13 Noviembre 2025

Ezequiel 1 -3; Hebreos 7

LECTURA DIARIA

Hebreos 7:12-14, 23-27

Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley; y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar. Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio.

Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; mas este, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.

"Cuando Cristo tomó el lugar de los sacerdotes terrenales, no solo cambió el sacerdocio,cambió la forma de acercarnos a Dios. Ya no venimos por méritos ni sacrificios humanos, sino por Su gracia perfecta.

Su sacerdocio celestial nos enseña que todo lo que necesitamos ya fue hecho en el sacrificio de nuestro redentor.Y cuando esa verdad penetra la mente, se rompe el ciclo del esfuerzo y nace una nueva manera de pensar: la del hijo amado que vive confiado en la obra completa de Cristo.

La gracia no solo perdona, también renueva la mente para que vivas desde la plenitud, no desde la carga.