Miércoles 12 Noviembre 2025

Hebreos 6 nos enseña que la vida cristiana no es quedarnos en lo básico, sino crecer hasta alcanzar madurez espiritual. Advierte que la fe no puede ser superficial ni momentánea, sino constante y fiel. Dios no se olvida del amor y la obediencia de sus hijos, y aunque vengan desafíos, nuestra esperanza está anclada en Cristo, segura y firme, más allá de toda tempestad.

Hebreos 6:1, 4-6, 9-10, 12

Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios,

Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.

Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así. Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.

a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.