Sábado 22 Noviembre 2025
Ezequiel 24 - 26; Hebreos 13
LECTURA DIARIA
Hebreos 13:1-3, 5-8, 15-16
Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo.
Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre. Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
"Hebreos 13 muestra que la fe verdadera se ve en la vida diaria: en amar, servir, honrar, ser fiel y caminar sin miedo. El sacrificio de Cristo no solo abrió la puerta a una vida abundante, también ordena la conducta desde adentro. Por eso el capítulo recuerda que Cristo no cambia, que Su presencia sostiene, que Su gracia capacita y que Su constancia se vuelve el ancla de la mente. Una vida firme no nace del esfuerzo humano, sino de un corazón que descansa en Aquel que dijo: “Nunca te dejaré”. Esa es la fuerza de Hebreos 13: una fe práctica, una mente estable y una vida que refleja la gracia que recibió."


